Las horas dedicadas al negocio son muchas y la mayoría de las veces muy mal enfocadas. Si bien los empresarios y directivos pueden llegar a tener muchos inconvenientes en su vida diaria, uno de ellos es que trabajan muchas horas y el resultado no es otro que la falta de tiempo para ellos y sus familias, además de un alto estrés por el deber no cumplido o no terminado. En mi experiencia como coach de negocios, éste es un síntoma muy común entre los empresarios y directivos: las horas dedicadas al negocio son muchas y la mayoría de las veces muy mal enfocadas.
Alguna vez has llegado tarde a casa, muy cansado y te preguntan: “¿Cómo estás, qué tal fue hoy?” y tu respondes “Vengo cansadísimo, tuve mucho trabajo e hice muchas cosas…” Pero al momento de reflexionar sobre tus resultados, te das cuenta que hiciste de todo pero que nada concluiste en realidad… Si éste ha sido tu caso, entonces tienes un problema de administración del tiempo que tienes que resolver de inmediato. El tiempo es nuestro activo más valioso porque no es renovable, el minuto que pasó ya se fue y nunca volveremos a recuperarlo; es como si al nacer nos voltearan un reloj de arena que siempre está trabajando y que nunca podríamos regresar a su lugar inicial, de tal forma que por más esfuerzos, siempre tengo tiempo de menos en mi vida… ¿Te das cuenta del valor de aprovechar tu tiempo de la mejor manera posible? Si es así, en este momento surgen para ti muchas preguntas acerca de tu tiempo: ¿Qué estoy haciendo con él? ¿De verdad estoy haciendo que mi tiempo valga? ¿Es rentable para la empresa? ¿Lo ocupo verdaderamente como dueño o gerente o soy sólo un operativo más de la empresa que se dedica a manejar la operación y poco o nada a la estrategia y la planeación? ¿Trabajo en lo urgente o en lo importante? ¿Soy reactivo o proactivo? Para evitar estar trabajando muchas horas y salir de la cultura de la urgencia, existen sistemas de administración del tiempo que te permiten mejorar tu calidad de vida, dar prioridad a lo importante y no a lo urgente y sobre todo a ser más eficiente y vivir con menos estrés. Ésa es la clave: llevar un sistema de administración de tiempo, el que quieras, pero sólo uno, no escribir en post its, en mi computadora, en servilletas, etc. Actualmente existen varias opciones tanto en papel como en digital, escoge la que más se adecúe a tus necesidades. Algunos sistemas en papel (Franklin, Day Timer, etc.) que tienen dos hojas para cada día en donde puedes llevar tus tareas y tus citas; cuentan además con una hoja que se conoce como Registro Maestro, en donde escribes cada idea que tienes, cada cosa que observas, algo que surge o que te piden en el transcurso del día y que seguramente este sencillo concepto las hace diferentes. El registro maestro es un control maravilloso de lo que pasa en tu día, si lo seguimos adecuadamente puede hacerte la vida más fácil y mucho más abundante. ¿Cuántas ideas has olvidado que te parecían maravillosas? ¿Cuántos detalles pensaste tener con tus seres queridos que luego también se olvidaron? Con el uso adecuado del registro maestro te aseguras de anotar en una sola hoja por día todas estas ideas que es importante registrar y programar Y si te gusta más lo digital, con sólo una o dos hojas de Word para tu registro maestro, más un programa de administración de tareas como Outlook, puedes tener un práctico sistema de planeación diaria. En resumen, para lograr optimizar tu tiempo, lo primero que debes hacer es detectar que existe un problema con tu administración del mismo. Asegúrate de llevar un sistema de planeación diaria donde agendes tus citas, escribas tus tareas y las priorices, de esta manera puedes darle seguimiento a todos esos compromisos. Darte el tiempo para planear diariamente te pude cambiar la vida, la cuestión es ¿por qué no lo hacemos? En muchos casos la respuesta es: porque no URGE... Y es cierto, planear nunca urge, es importante. Lo que sí va a urgir son todas aquellas cosas que por no planear, pasaron de ser importantes a urgentes y entonces de esta manera entro en el círculo de la urgencia continua, círculo por demás peligroso para mi vida y la de mi empresa. Los 15 o 20 minutos diarios que le dediques a tu planeación diaria son muy importantes y pueden hacer que tu día sea muy diferente. Te invito a que lo intentes, a que te asegures de que cuando planees diariamente no tengas interrupción alguna. Enfócate en tus metas y en que las actividades que realices deben estar orientadas a cumplir con ellas. Otórgate ese tiempo para prever y anticiparte a los sucesos, para pasar de la cultura de la reactividad a una cultura de la pro actividad. Crea el hábito de la planeación y tu vida cambiará sustancialmente, recuerda para que algo se haga hábito sólo tenemos que repetirlo durante 21 días continuos. Si haces del planear un hábito y le das seguimiento a eso que planeas, tus resultados y tu vida mejorarán considerablemente. Recuerda: contar con un coach de negocios es una excelente estrategia para modificar esos hábitos que no te permiten aprovechar el activo más valioso de tu empresa y tú persona: el tiempo. (TIP)
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Mayo 2017
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