La mayoría de los emprendedores y de los empleados trabaja más de tres horas extra al día. Además, según un estudio realizado por Yahoo! México, 6 de cada 10 mexicanos duermen con el smartphone a un lado de la cama y cerca del 80% de las personas encuentra imposible no revisar su correo fuera de la jornada laboral.
¿Pero es esto necesario? No. Trabajar tiempo extra es beneficioso para ti y la empresa únicamente cuando es estrictamente necesario. Pero hacerlo todos los días habla de una ineficiente organización personal y corporativa. Antes de cambiar las estructuras o la forma de trabajar en tu empresa, comienza por ti. Sigue estos consejos para organizarte y mejorar tu desempeño: Advertisment1. Levántate temprano Empezar a trabajar antes es una gran técnica para aprovechar mejor el día. Si eres de los primeros en llegar a tu lugar de trabajo podrás comenzar tu jornada con menos distracciones (saludos innecesariamente largos, llamadas telefónicas inoportunas, entre otras), lo que te permitirá concentrarte en lo que necesitas hacer. Ciertamente, es difícil de llevar a la práctica, pero ten confianza en su efectividad. 2. Planifica tu jornada La mejor forma de sacar provecho a tu día laboral es planificándolo. Dedica entre 20 y 40 minutos diarios a esta tarea y, por ningún motivo, pienses que es tiempo perdido. Todo lo contrario: la definición de una buena agenda de trabajo te permitirá priorizar con certeza y avanzar en los temas realmente importantes. Si lo haces día con día, finalmente mejorará tu "visión global" sobre tus tareas y serás capaz de anticipar reuniones difíciles o identificar nuevas tácticas para mejorar tu desempeño. Si llegas temprano, esos minutos de concentración serán tu mejor aliado al momento de planear tu día. 3. Ataca primero las tareas más difíciles Prioriza y enfréntate a las tareas más complejas lo más pronto que puedas. Al iniciar la jornada tus niveles de concentración son mejores y tienes más energía. Resultado: resuelves los temas más difíciles con mayor rapidez y efectividad. La otra cara de la moneda es dejar todo para el final y arriesgarte a cometer errores por no estar en tus mejores condiciones físicas y mentales. 4. Dedícate a atender un tema a la vez Si crees que ser multitareas es una ventaja, estás equivocado. La correcta planificación de tus actividades y la firme decisión de atacar primero las tareas más difíciles te permitirá, acto seguido, tener la capacidad para atender un solo tema cada vez. El objetivo es que realmente te concentres para resolver problemas o planear nuevos negocios o procedimientos. Además, lo harás en menos tiempo. En lo posible, evita distracciones y guíate por tu agenda de trabajo. 5. Descansa cada cierto tiempo Cuando planifiques tu día, deja algunos espacios en blanco para descansar. Tu cuerpo y tu mente necesitarán pausas para recuperar energía. Recuerda que descansar no es sinónimo de perder el tiempo. Puedes leer tu periódico preferido durante 15 ó 20 minutos, tomar un café al aire libre o tener una charla agradable. No abuses de las pausas y evita interrumpir a otras personas mientras te distraes. 6. Aprende a decir que no Aunque suene lógico, un gran secreto para concentrarte en lo realmente importante es desatender las tareas intrascendentes. Si no aprendes a decir que no, es muy probable que tu agenda se llene de temas que quitan mucho tiempo y generan pocos beneficios para la empresa y para ti. Todo ello, sin contar el hecho de que toda tarea innecesaria ni se paga ni se agradece. Sé fiel a tu planificación y no te canses sin sentido. 7. Ordena tu lugar de trabajo y tu computadora Tu espacio de trabajo, muy probablemente, tiene dos caras: una real (tu oficina, la planta, etc.) y una virtual (tu computadora). Y es imposible ser eficiente si este entorno está tan desordenado que puedes perder decenas de minutos buscando un archivo o ese documento importante que alguien dejó sobre tu escritorio. No se trata de "olvidar" todo en cajones o carpetas electrónicas para que se vea bonito. El único propósito de trabajar en un espacio ordenado es facilitar tu desempeño y, si es posible, estimular tu creatividad. 8. ¿Necesitas estar siempre disponible? Las tecnologías de comunicación -léase correo electrónico, messenger, smartphone, redes sociales y buzón telefónico- son muy útiles si sabes administrarlas correctamente. Pero ojo, pueden transformarse en los peores enemigos de tu eficiencia. Consejo: evita las distracciones de estar siempre online y aprende a utilizar con mesura estos servicios. 9. Divide tareas en actividades más pequeñas Empieza cada día priorizando actividades, escribiendo y agendando cada una. Al separarlas en tareas más sencillas y cortas, tu cerebro responde mejor, disminuyes el estrés y alcanzas tus metas más rápido. 10. Delega responsabilidades Aquellas tareas que no te generen ganancias o que sólo te quiten tiempo delégaselas a alguien de tu equipo o contrata servicios de outsourcing. No lo veas como un gasto, sino como una inversión. Fuente: Mundo Ejecutivo
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En la actualidad, ser un líder no se trata de tener un grupo de seguidores a la espera de que les digan qué hacer y cómo hacerlo. El liderazgo exitoso se basa en hacer que las personas se sientan comprometidas y empoderadas para mostrar todo su potencial, así como construir confianza en tu equipo.
La comunicación es clave; oral o escrita, ten presente que tus palabras tienen un peso enorme. Por ello, Lolly Daskal, CEO y presidenta de Lead from Within, recomienda usar estas site pequeñas pero poderosas frases en tu día a día. 1. “Por favor”Parece básico, pero tratar a otros con respeto causa un gran impacto. Especialmente en momentos de estrés, es fácil pasar de largo una cortesía tan simple como decir por favor a otra persona y eso puede ser la gran diferencia entre gritar una orden y hacer una petición respetuosa. 2. “Gracias”Mostrar aprecio motiva y hace sentir mejor a los demás y decir gracias es una forma sencilla de comunicarlo. Reconocer las contribuciones de otros incrementa su confianza y la moral del equipo, además de poner un buen ejemplo. 3. “¿Qué piensas de esto?”Cuando preguntas sinceramente por el punto de vista de alguien, haces que esa persona se sienta valorada y más comprometida; también muestra que está abierto a escuchar las ideas de los demás. 4. “Estamos en esto juntos”Lo mejores líderes saben colaborar. Son exitosos para construir equipos y hacer sinergia, son conscientes de que se necesita una comunidad de personas dedicadas y leales para lograr el éxito. Construir ese orgullo colectivo mantiene los egos a raya y ayuda a obtener mejores resultados. 5. “Confío en ti”La mejor forma de cultivar la confianza es otorgándola. Si quienes te rodean saben que confías en ellos, tendrán la seguridad necesaria para superarse y se sentirán motivados a conservar la buena opinión que tienes de ellos. 6. “Lo siento”Nada muestra mayor humildad por parte de un líder como decir “Lo siento”. Pero en realidad es una señal de fortaleza y responsabilidad y es sabio practicarlo. Reconocer tus errores inspira a otros a hacer lo mismo. 7. “No lo sé”Todos tienen fortalezas y debilidades, incluso los líderes. Cuando admites las limitaciones de tu conocimiento, modelas la humildad y la confianza del equipo. Y cuando buscas la respuesta, modelas la resolución de problemas. Fuente: Mundo Ejecutivo |
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Mayo 2017
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