Salir de una zona de confort te mete al juego de la incertidumbre que puede llevarte a cambios en donde nadie pierde, ya que se generan aprendizajes. La incertidumbre es una posición incómoda. Pero la certeza es una posición absurda.” Voltaire
Es un hecho que la base de toda sociedad está sustentada en sus valores, creencias, principios, es decir, todo un carnaval de variables que típicamente se ven reflejados a través de su cultura. En este sentido, México y Latinoamérica son el mejor ejemplo de ello, ya que tenemos tal diversidad que solo de imaginarla me abruma: los llamados pluralismos culturales y multiculturalidad basados en modelos híbridos abiertos o sincretismos culturales son el principal componente de su ADN y parten desde el derecho a la libertad de elección hasta la diferencia social a través de políticas culturales construidas para respetar la diversidad y promover la sustentabilidad social en el mediano y largo plazo. En otras palabras: el desarrollo de la cultura es trascendental para desarrollar sociedades y aspirar a ser mejores seres humanos. Desde el punto de vista empresarial, las corporaciones atrapan a sus consumidores dentro de sus respectivos nichos culturales y orientan su mercadotecnia a través de publicidad en mercados específicos para incrementar las ventas. Sin duda, la diversidad cultural es una estrategia para conquistar mercados. En Estados Unidos, por ejemplo, los afroamericanos y los hispanos constituyen más que grupos o comunidades étnicas, aunque en realidad se ubican en categorías específicas de consumidores (aunque quizás con el proselitismo discriminatorio manifestado recientemente por Trump, en breve, desaparezcan esas clasificaciones). En las grandes ciudades de nuestro continente, los barrios chinos, italianos, griegos, árabes, africanos, indios, mexicanos etc., son espacios de “identidades” mantenidas y construidas con base a lo que denominamos tradiciones y prácticas culturales, relaciones sociales y mundos simbólicos diferenciados, cargados de distintos significados, pero al mismo tiempo compartidos y, también, promovidos por sus representantes, originando el modelo económico capitalista y neoliberal en el que coexistimos, el cual ha dejado a su paso una serie de factores que incomodan nuestro quehacer de cada día. Este supuesto se enmarca en la dificultad de establecer patrones de comportamiento si no se tiene suficiente información sobre la cultura y los hábitos de consumo del mercado objetivo, en este sentido, la política económica establecida en nuestro entorno se manifiesta a través de los valores promovidos por la organizaciones. Sin embargo, este modelo suele estar inmerso en un entorno de incertidumbre, donde la probabilidad de los improbables es una realidad, por ejemplo, el fin de semana pasado vivimos un Super Bowl donde los Falcons tenían 25 puntos de ventaja sobre los Patriots en el tercer cuarto, y era improbable que perdieran esa diferencia (similar que Clinton ante Trump). El juego de la incertidumbre se opone en su definición a la certeza y esto impacta de forma directa el pensamiento colectivo y la diversidad cultural en las sociedades, porque la certeza de que suceda determinado evento es muy difícil de pronosticar, inclusive si integramos más variables a la ecuación se complica aún más. El factor de incertidumbre juega un papel relevante a la hora de enfrentar nuestra realidad como personas, empresas y sociedades. Cuanto más informados más confundidos. Daryl Corner señala que “la mayoría de los líderes no están preparados para enfrentar la dinámica de estos días porque les falta una apreciación de la tensión que existe entre una demanda cada vez más compleja del entorno y los escasos recursos disponibles para ayudar a las organizaciones. Sobre estas condiciones de ambigüedad e incertidumbre, el autor agrega: “se reducen las posibilidades de predicción, dejando a las personas sin el fundamento para una sensación de control sobre el entorno.” Marcelo Manucci indica que el entorno de la organización es un continuo de sucesos emergentes. La realidad corporativa no es una fotografía; nuevos e imprevistos significados aparecen en la cotidianidad de los hechos corporativos a partir de las relaciones con los diferentes públicos. Y es que habitamos y convivimos diariamente dentro de un cúmulo de pensamientos sobrecargados de negatividad y, hasta cierto punto, poco elocuentes respecto a la vida, la cual está inundada de estereotipos y mecanismos de defensa que encubren alunas carencias que tenemos como sociedad y las redes sociales son el mejor ejemplo de ello, saturadas de un narcisismo que llega a niveles de imprudencia colectiva. La incertidumbre se ha convertido en parte de nuestra vida cotidiana, y es tan poco obvia su estructura que hemos adaptado una posición defensiva respecto al futuro inmediato, negamos los resultados cuando nos equivocamos en el pronóstico fallido, o nos sentimos grandes eminencias al comprobar la hipótesis del resultado esperado. Normalmente estamos sumergidos en nuestra propia zona de confort y la incertidumbre está relacionada directamente con lo que se encuentra fuera de nuestra burbuja y salir de la esta zona es más que un reto, es toda una aventura. No nos confundamos, la incertidumbre es un juego donde nadie gana o pierde, pero siempre se aprende. Salir de tu zona de confort se manifiesta por la falta de certidumbre, y se trata de abrirte a nuevas experiencias llenas de aprendizaje, en donde las personas incuban ideas, las empresas proyectos y las sociedades valores culturales sustentados en el progreso basado en el conocimiento. FUENTE: ALTO NIVEL
0 Comentarios
No puedes controlar mucho de lo sucede en tu vida; sin embargo, puedes controlar tu actitud. Aquí te decimos cómo hacerlo. Al ser humano le pueden arrebatar todo salvo la elección de su actitud personal. –Victor Frankl. Psiquiatra y prisionero de guerra
Mejora tu actitud aplicando estos 3 pasos: 1. Agradece Existen muchas cosas positivas a nuestro alrededor. Tal vez alguna persona nos odie, pero algo es cierto, muchas más nos aprecian. Contamos con más oportunidades y menos crisis. Tenemos más cosas materiales y menos carencias; sin embargo, para notarlas debemos ser intencionales, no aparecen en automático, hay que trabajar para darse cuenta. Con la práctica se vuelve un estilo de vida placentero. Puedes comenzar todas las mañanas agradeciendo eso que es muy obvio, poco a poco irás descubriendo lo que al principio no notabas. Afilarás tu habilidad de sentirte agradecido por cualquier cosa. Es en este punto cuando alcanzas una ventaja competitiva pues no importa por lo que sientes agradecido, sino el hecho de que te sientes agradecido. Y para sacarle más provecho, escribe lo que agradeces. Lo que piensas del tema después de escribirlo, será distinto de lo que pensabas antes de hacerlo. Escribir te ayuda a descubrir lo que verdaderamente sabes, piensas y crees. Escribe eso por lo que te sientes agradecido, cada día agrega algo nuevo. Te recomiendo que el primer día sólo escribas una sola cosa, al día siguiente dos, luego tres… hasta que llegues a diez. Con esto será suficiente para que el sábado cuando revises lo que has escrito, te des cuenta de lo maravillosa que es tu vida. 2. Saborea el momento Si hay algo que te genera estrés y drena energía, es la incertidumbre del mañana y la asfixia del ayer. Enfócate en el presente, en lo que puedes controlar: tú mismo, tus pensamientos, palabras, acciones, hábitos y carácter. Tips para conseguirlo:
Si hay algo que no puedes ganar en este mundo es una discusión, porque si la pierdes, ya está perdida; y si la ganas, de todas formas pierdes pues hieres los sentimientos de la otra persona y erosionas la relación. 3. Encuentra el significado en tu trabajoRichard Brandson: Si no te divierte… no lo hagas En muchas ocasiones trabajamos simplemente para hacer dinero; sin embargo, puedes encontrar lo que más disfrutas de tu trabajo y centrarte en ello para mejorar tu actitud. Poco a poco podrás “agarrarle sabor” a otras tareas que en un inicio no te gustaban. Con esta fórmula encontrarás el significado en tu trabajo: Pasión + Disciplina = Éxito El secreto de la Pasión es el propósito. Conocer tu propósito te llenará de esperanza, energía y derivará en una excelente actitud. Pregúntate todos los días hasta que encuentres la respuesta, luego escríbela: ¿Cuál es mi propósito de vida?, ¿para qué estoy vivo? Sabrás que lo has encontrado y que lo estás viviendo cuando te despiertes como niño de 5 años en domingo: entusiasmado y lleno de energía. Ahora reflexiona: ¿Qué me gusta más de mi trabajo? Escríbelo también. El Secreto de la Disciplina es el orden ¿Conoces a esta persona que trae en la cajuela de su coche 1 galón de gasolina, la maleta del gimnasio de hace 3 días y las 4 carpetas de trabajo? ¡Imagínate como tiene su mente! Desordenada y preocupada en pensar 800 cosas a la vez. Va flotando por la vida, rodeado de estrés, pues la incertidumbre lo abruma. Para ordenar tu vida aplica estos dos tips: Primero ordena lo más sencillo de tu exterior: el escritorio, el cajón, tu bolsa, la cajuela, etc. Luego barre tu mente.- Escribe en una hoja “Todos” tus pendientes, olvídate de la complejidad o la importancia que tenga cada uno. No juzgues, es un proceso desordenado. Quieres sacar de tu cabeza lo que te está haciendo ruido y que ocupa memoria RAM. Es difícil tener buenas ideas cuando traes 1,000 cosas por hacer en la mente. Escribe de manera aleatoria: las cosas pequeñas, grandes, personales, de trabajo… todas ellas sin un orden particular. Lo importante es la cantidad. Es mejor excederse que arriesgarse a dejar algo adentro. Luego podrás eliminar lo que sobre. Tu primera idea puede ser “Salvar los casquetes polares” y luego pensar: “¡Tengo que comprar comida para el colibrí!” Apúntalo todo y no te sorprendas si se acumulan un montón de cosas por hacer. A menudo basta con un empujoncito para recordar alguna cosa escondida en un recoveco de la mente. Recuerda: en cuanto se te ocurra algo, escríbelo. Así ordenarás tus pensamientos, fluirán mejor tus ideas creativas y destacarás en tu trabajo con una actitud ganadora. Mientras más ordenados tengas tus pensamientos, más podrás centrar tu atención en el ahora y disfrutar lo que haces. No puedes controlar mucho de lo sucede en tu vida; sin embargo, puedes controlar tu actitud. Todas las noches andes de dormir, reflexiona: ¿Qué hice hoy para mejorar mi actitud? Y por último, mantén una postura positiva ante la vida (es el conjunto de actitudes, suposiciones y expectativas que tienes de ti mismo, de las personas y del mundo en general). Autor Víctor Suárez www.victorsuarez.mx victor@victorsuarez.mx www.facebook.com/Vicoach FUENTE: ALTO NIVEL |
Archives
Mayo 2017
Categories
Todos
|